Hace tiempo que los especialistas en salud física y mental advierten y llaman la atención sobre la importancia de la estimulación para los seres humanos. Estimular tiene que ver con hacer que otra persona tenga ganas de hacer algo o de hacerlo en forma más rápida que antes.

Podemos decir que básicamente se trata de activar una acción orgánica o emocional por medio de diferentes herramientas, técnicas o estrategias. Seguramente si pensamos en un primer de acercamiento a este concepto, todos sabemos de lo que se trata. A veces, estamos en determinadas situaciones sin demasiada motivación, y sentimos que nos falta un incentivo o razón para completar o hacer una determinada tarea de otra forma que permita mejorarla.

En la segunda acepción -vinculada con lo orgánico- podemos por ejemplo, mencionar al tratamiento conocido como body up o pulso magnético. Aquí, la estimulación es magnética a nivel neuromuscular y promete beneficios estéticos, tanto en el corto, como en el largo plazo. A través de la acción que esta tecnología realiza en el cuerpo se activa la circulación sanguínea, mejorando sustancialmente la tonicidad de la piel y su apariencia general.

Este sistema -exitoso y elegido en los últimos tiempos por cada vez más personas-, permite levantar y reafirmar partes del cuerpo como brazos, senos o glúteos; también se lo usa para disminuir la adiposidad, favorecer el sistema linfático y reducir la celulitis.

Más allá de sus resultados comprobables, se encuentra el hecho de que es un tratamiento sin intrusión y con poca necesidad de repetirse (se calcula no más de 10 sesiones), según nos asesoran en Cimec, un centro de estética especializado en este tipo de procedimientos de belleza.

Con todo, se ve cómo en distintos planos, la motivación y la estimulación es un ingrediente fundamental para una vida saludable; pues es un componente que parece estar ligado al desarrollo humano, tanto a nivel físico como emocional y mental. Desde sus primeros momentos de vida, los seres humanos necesitan del entorno social motivador para desplegar las capacidades y mejorarlas.

En efecto, los avances a partir de los descubrimientos de la neurociencia están robusteciendo el estudio de los beneficios de distintos tipos de estimulación, como la magnética transcraneana que trabaja sobre la corteza cerebral. Los estudios en este caso sugieren que este tipo de tratamientos puede mejorar sustancialmente trastornos neuropsiquiátricos, como depresión.

Sin embargo, este tipo de herramientas que se valen del principio de la estimulación no son nuevas. Hace tiempo los profesionales de la psicología y del aprendizaje hacen hincapié en la importancia vital de la estimulación en edades tempranas. Acciones que permitan mejorar capacidades físicas, sociales y mentales de los niños en la etapa de crecimiento. Los primeros años de vida son fundamentales en este sentido, más aún si existe algún retraso madurativo para mejorar las perspectivas y capacidades en el futuro.